La calificación energética
La calificación energética es un sistema de calificación ideado para viviendas, con el objetivo de medir el consumo energético de una vivienda. A lo largo de una escala, se asignan diferentes grados representados por letras, que permiten hacerse una idea del posible consumo eléctrico de una vivienda.
Hoy en día es un requisito obligatorio a la hora de realizar una actividad de compra venta de inmuebles. Es el propietario el encargado de contactar con un profesional habilitado para realizar las mediciones y llevar a cabo los diferentes trámites ante la administración pública.
En la actualidad, siguen existiendo decenas de viviendas que cuentan con una calificación baja, como F o G, en cuanto a la calificación energética se refiere.
·Contar con un buen aislamiento térmico, de esta forma ni el fío ni el calor entrarán en nuestra vivienda . Esto se puede conseguir con buenas ventanas herméticas, que no transmitan frío o calor, pero permitan pasar la luz natural.
·Los equipos utilizados deben ser de un consumo energético bajo pero sin dejar de ser confortables, hablamos por ejemplo del aire acondicionado o las calderas. En el caso de las últimas, existen las calderas de biomasa, que son más eficientes pues emiten menos CO2 a la atmósfera.
·El uso de una iluminación tipo LED. Contar con unas bombillas de este tipo hará que el consumo sea mucho menor que el de una bombilla convencional, y con ello también ahorraremos dinero.
·La implantación de suelo radiante conseguirá que el consumo energético sea muy bajo y la vivienda se mantendrá caliente durante más tiempo.
·Especial importancia hay que darle a la orientación donde se encuentre la vivienda, al igual que la distribución de los distintos espacios de la misma, pues estas variables harán que consumamos más o menos energía.